LA PSICOLOGIA DE LOS YOES y EL VOICE DIALOGUE : Los funadores
     

Biografía de SIDRA L. STONE doctora en psicología

 
 
 
Sidra Levi Stone nació en Brooklyn, Nueva York. Se crió en un barrio obrero durante la segunda guerra mundial, imbuida de los ideales de la época y la expectativa de que debía hacer una contribución al mundo.
Su experiencia como estudiante en el Barnard College le influyó enormemente en su desarrollo como mujer independiente.

En dicho centro público ya en la década de los cincuenta se fomentaba que las mujeres completaran su educación media e incluso que se graduaran en la universidad para prepararse como profesionales. Concluyó su bachillerato cum laude en 1957, se casó en Septiembre de ese año y se trasladó a Baltimore, Maryland donde inició sus estudios de Psicología en la Universidad de Maryland.

Sidra se mudó a Washington DC en 1960, se licenció en 1962 y entró a formar parte de la comunidad de Psicólogos en la especialidad Clínica, viviendo intensamente esos años tan peculiares. La Doctora Stone (entonces doctora Winkelman) de regreso a Nueva York trabajó para la Administración Pública como Psicóloga Clínica de los veteranos de guerra y dio a luz a su primera hija Elizabeth. Tras el nacimiento de su segunda hija Claudia, se afilió al Lincoln Center For Psycho Therapy, esto le permitió compaginar su maternidad con su desarrollo profesional.

En 1967 se trasladó a Los Angeles con su familia durante el “Summer of Love”. Continuó con la práctica privada hasta que en 1968 se unió como consultora psicológica al centro Hamburguer Home, una residencia para chicas adolescentes. En 1971 nació su tercera hija Recha y en 1972 fue nombrada Directora Ejecutiva de dicho centro.

Sidra transformó el hogar en un centro residencial de tratamiento dotado de todos los servicios para tratar a chicas adolescentes introduciendo técnicas de tratamiento holistico para esta población tan conflictiva como estimulante. Estableció un programa terapéutico combinando técnicas de cambio del comportamiento a través de intensas terapias psicológicas individuales o en grupo basadas en los principios del psicoanálisis. Enriqueció el programa añadiendo asignaturas de bachillerato, una terapeuta de arte, una clase de escritura creativa, juegos de teatro, yoga, campamentos en las zonas más salvajes de California, seguimiento nutricional y atletismo.

En 1979 dejó el Hamburguer Home y su consulta privada para iniciar una colaboración más activa con Hal Stone. Su trabajo en conjunto ha sido extremadamente creativo tanto a nivel profesional como personal y se ha desarrollado desde su relación de pareja y desde su experiencia profesional como terapeutas.
A su vez, su relación ha crecido como fruto de su trabajo, resultando un excitante proyecto de 28 años de romántico matrimonio en común.

Sidra y Hal escriben conjuntamente “Embracing Our Selves”, “Embracing Each Other”, “Embracing Your Inner Critic”, “You don’t Have to write a Book” y por ultimo “Partnering”. También son autores de capítulos en 3 antologías: Reclaiming the Inner Child, publicado por Jeremiah Abrams, “Meeting the Shadow”, editado por Connie Zweig y Jeremiah Abrams y por ultimo “Gratitud: a way of life” editado por Louise L. Hay y Amigos. También han producidos cintas de audio, videos y un documental muy completo sobre las enseñanzas y la presentación de su trabajo en conjunto.


Sidra ha publicado el libro “The Shadow King: The invisible Force that Holds Women Back”, centrado en su interés por la temática femenina y el rol del Patriarca Interior en la psicología de las mujeres.

Sidra ha sido siempre una viajera y buceadora ávida. Ella y Hal adoran recorrer el mundo para conocer nuevos paisajes y personas y así poder dar a conocer su trabajo. Pero también disfruta de su casa (aderezada con su fauna particular) en la nebulosa y mágica costa de Mendocino y de su familia. Sus tres hijas han discurridos por diferentes caminos: la Doctora Elizabeth Winklerman-Matazzoni, es Psicóloga Clínica, Claudia Sadoff es una Economista internacional y Recha Winklerman es Radiólogo. Sidra piensa que sus tres hijas y sus cuatro nietos son maravillosos.