LA
PSICOLOGIA DE LOS YOES y EL VOICE DIALOGUE : Articulos Por la Doctora Elena Dragotto |
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Enjuiciamiento y qué hacer con ello |
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(1ra
parte) |
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Hal y Sidra Stone |
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Este articulo trata sobre el enjuiciamiento
y sus efectos sobre las relaciones. Existen pocas cosas mas importantes
y más dolorosas que el enjuiciamiento sin control en una relación.
Sin duda el enjuiciamiento continuado daña la relación,
a veces de forma irreparable.
Si observamos el esquema familiar, habitualmente encontramos que uno o más miembros de la familia emiten el juicio mientras que otros son los receptores. Estos enjuiciamientos pueden ser o no expresos. En cualquier caso, cuando se permite un juicio permanente e incuestionado se produce un daño y la relación sufre y por consecuencia se deteriora. Mucha gente no es consciente de que juzga. Llevan tanto tiempo haciéndolo que se identifican totalmente con sus juicios y los consideran naturales y necesarios, parte de sus personalidades. Estas personas no separan sus enjuiciamientos de sí mismos. En los principios de la psicología se hacia referencia a esta identificación con el pensamiento o el sentimiento de ser “ego-sintónico”. Algunas personas crecen en un entorno familiar donde son juzgados constantemente. Al llegar a la edad adulta, se han acostumbrado a ello de tal forma que ni siquiera lo perciben. No se dan cuenta de que están siendo continuamente mortificados por el enjuiciamiento de los demás o el suyo propio (a través de su Critico Interior y de su Patriarca Interior). Hemos profundizado en estos 2 conceptos en nuestro libro “The Inner Critic” y en el de Sidra “The Inner Patriarch, The Shadow King”. 1.- Quien quiera que juzguemos o aquello que juzguemos
es una expresión de uno o de varios de nuestros “Yoes Rechazados”.
Yoes Primarios Yoes Rechazados Proyecciones Entras en una tienda de cuarzos. Ves una pieza magnifica y sientes que tienes que poseerla, que te pertenece, no importa lo que valga. Experimentas todo tipo de sentimientos al contemplarlo. Estas proyectando un aspecto de tu propia naturaleza espiritual en el cuarzo. Puede que sea maravilloso, pero la magia que le atribuyes no es sino la magia de tu propia naturaleza espiritual-creativa frustrada. Un hombre de negocios se compra un jeep de la segunda guerra mundial y se gasta una fortuna en arreglarlo. Se conduce fatal, se rompe cada 2 por 3 por lo que tiene una relación de amor-odio hacia el jeep. ¿Qué le ha llevado a comprar este jeep y a gastarse una fortuna intentando arreglarlo? Este hombre ha proyectado en el jeep su Yo aventurero rechazado y su Yo niño juguetón. Sus Yoes primarios son el hiperactivo y sus aliados. El jeep no es tal. Supone el escenario para contactar con su parte aventurera y su parte lúdica que ha mantenido enterradas durante muchos años y que intenta encontrar comprando ese jeep. El problema es que el jeep de la segunda guerra mundial no es un jardín de juegos y lo que él desea continua viviendo en forma de proyección, fuera de si mismo. Un hombre se enamora de una mujer espiritual, que es discípula de un conocido gurú. Él la juzga continuamente por su espiritualidad. Ella finalmente le deja y el se frustra. Ella lo abrasa. Al cabo de unos meses comienza una nueva relación con una mujer que también es miembro de la misma comunidad espiritual. El hombre está proyectando su yo espiritual rechazado en las mujeres y las encuentra irresistibles hasta que empieza a juzgarlas. Continuará haciéndolo hasta que sea capaz de integrar su propia naturaleza espiritual. Mientras tanto los enjuiciamientos se seguirán dando junto con las atracciones intensas. Estas proyecciones son un elemento clave para mantener a los psicoterapeutas ocupados. Los terapeutas reciben proyecciones emocionales, intelectuales y espirituales de sus clientes que desean poseer estas cualidades que reprimen. Proyectar es semejante a un puente tendido entre nosotros hacia la otra persona o objeto. Somos capaces de cruzar el puente y cuando llegamos al otro extremo no sólo encontramos a la otra persona sino que descubrimos, en la mayoría de los casos, por primera vez, nuestros propios Yoes rechazados. Enjuiciamiento Discernimiento El Ego El Ego Consciente El proceso del Ego Consciente comienza a dar sus frutos de forma ascendente como una agencia de coordinación que regula los diferentes Yoes. Es en especial lo que nos capacita para abrazar los opuestos y trabajar con ellos en nuestras relaciones. El Ego Consciente no es la “vision lucida”. Más bien media entre la consciencia y los numerosos Yoes. La vision lucida es un testigo de la acciòn pero no vive la vida. El ego consciente mantiene un pie en el mundo de la vision lucida y otro pie en el mundo de los Yoes de manera que podamos realizar elecciones apropiadas para vivir en este mundo. El Ego Consciente no es el Yo según la terminología jungiana. Este se refiere a aquellos elementos de la psique que están más allá de la personalidad. El Ego Consciente engloba de una parte el nivel personal y de otra el Yo. El Ego Consciente no se puede aprehender porque no es un objeto ni tampoco un Yo. Es un mecanismo coordinado que surge en los primeros estadios del proceso de transformación y que tiene la finalidad de rendirse y de mediar entre todos los Yoes. El Ego Operativo Lìmites Psicológicos Si eres un tipo de persona responsable entregada a los
demás sufrirás por la falta de límites ya que tú
no estás siendo quién decide como actuar. Es en cambio el
“ Yo que da” el que elige por ti. Cuando perdemos nuestras
barreras surge un Yo juez que enjuicia a la persona que percibimos invasora
de nuestros límites. Una falta de barreras nos hace más
abiertos, nos deja indefensos, y además alimenta el Yo juez de
las demás personas. La definición de las barreras y la toma
de decisiones real eliminan nuestra necesidad de juzgar. |
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